jueves, 9 de abril de 2009


- ¿Cuándo se resignaron?

- ¿De qué demonios hablas?

- Mira sus caras, nos ocultan algo que creen maravilloso.

- Yo apenas veo a mis padres, no te comprendo.

- .....

- ¿Estás enojada?

- Estoy apurada.

- ¿Hacia dónde vas?

- No lo se, pero me interesaría no ser perseguida por ustedes. Me aterran.

1 comentario:

  1. Ojalá alguna vez los aterrados dejemos de serlo un instante para volver la mirada y perder el miedo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar